¿Cómo nació la Fundación Renace y cuál es la inspiración detrás de su creación?
En el año 2020, mi vida cambió por completo cuando recibí un diagnóstico de cáncer de mama. Sentí miedo e incertidumbre, pero con el apoyo de mi familia y amigos logré salir adelante. Pasé por varios tratamientos, incluida la mastectomía (extirpación de mama). La mastectomía no es solo una cirugía, es una pérdida. Se vive un duelo físico y emocional, porque se pierde algo que forma parte de la identidad femenina. Gracias al apoyo de mi esposo, el Dr. Jesús Herrera Pacheco, cirujano plástico y reconstructivo, pude salir adelante y realizar mi reconstrucción mamaria. Esta experiencia me enseñó que reconstruirse va mucho más allá de una cirugía. Es recuperar tu vida, tu confianza y tu feminidad. Cuando salí adelante, supe que no podía quedarme con esta segunda oportunidad solo para mí. Nos dimos cuenta, mi esposo y yo, de que existen muchas mujeres sobrevivientes que no pueden costear su reconstrucción mamaria tras una mastectomía. Así nació la idea de crear esta fundación, con el propósito de ayudarlas a reconstruirse física y emocionalmente.
¿Cuál es la misión principal de la Fundación Renace?

La misión de Fundación Renace es acompañar a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama en su proceso de recuperación, ayudándolas con su reconstrucción mamaria postmastectomía, devolviéndoles su confianza y dignidad. La fundación está integrada por personas calificadas e identificadas con esta misión: médicos, especialistas, personal médico, trabajadores sociales y voluntarios.
¿A qué tipo de personas apoyan principalmente?
Ayudamos a mujeres sobrevivientes de cáncer de mama que han pasado por una mastectomía y buscan recuperar su bienestar físico y emocional.
¿Qué tipo de ayuda ofrecen a las pacientes diagnosticadas con cáncer de mama y cómo pueden acceder a los servicios?
Tenemos un convenio con el DIF Estatal de Durango y con el Centro Estatal de Cancerología, a través del Patrimonio de la Beneficencia Pública. Mediante sus trabajadores sociales y la atención personalizada del Dr. Jesús Herrera Pacheco, se selecciona a las candidatas a reconstrucción mamaria. Ofrecemos valoración médica para determinar el mejor tipo de reconstrucción —ya sea con expansores, prótesis o colgajos—, y realizamos las cirugías tanto en campañas como durante todo el año. También brindamos seguimiento posoperatorio y atención médica continua.
¿De qué manera impacta emocionalmente el trabajo que realizan con las pacientes y sus familias?
La reconstrucción mamaria tiene un impacto profundo: emocional, físico y social. Muchas mujeres sienten que la pérdida de una mama afecta su feminidad; la reconstrucción ayuda a restaurar su integridad, confianza y autoestima. Además, simboliza el cierre del proceso del cáncer y el inicio de una nueva etapa. El bienestar emocional también influye positivamente en sus parejas, hijos y entorno, facilitando la reintegración social y laboral.

¿Tienen programas de detección o prevención temprana?
Actualmente no contamos con programas de detección, pero trabajamos en promover la conciencia sobre la autoexploración y la atención médica oportuna.
¿Cómo financian sus actividades? ¿La gente puede donar o colaborar como voluntaria?
Fundación Renace es una organización sin fines de lucro. Nos financiamos a través de recursos propios, recaudaciones, donaciones y programas de apoyo del DIF Estatal. Sí, las personas pueden hacer donaciones o colaborar como voluntarias para apoyar nuestra misión.
¿Qué logros o historias de esperanza han marcado a la Fundación?
Tenemos historias llenas de esperanza, resiliencia y segundas oportunidades. Uno de nuestros mayores logros es ver cómo las mujeres recuperan su identidad, su feminidad y su confianza. Retoman su vida emocional, laboral y social con una nueva sonrisa y una nueva fuerza interior.
¿Qué mensaje le daría a una persona que acaba de recibir un diagnóstico de cáncer de mama?
Sabemos que el miedo y la incertidumbre pueden ser abrumadores, pero el cáncer de mama tiene tratamiento, esperanza y muchas historias de vida que demuestran que se puede salir adelante. Vive un día a la vez, apóyate en tu familia y amigos, confía en tus doctores y, sobre todo, ten fe en Dios. Él nunca te abandona.