La historia de su marca de mezcal comenzó con la misión de llevar al mundo el mezcal tradicional de Durango, inspirados por la sostenibilidad, la responsabilidad social y su pasión por el estado y el país. Desde el inicio, se enfocaron en crear destilados auténticos como el mezcal y el sotol, que representan lo mejor de sus raíces duranguenses

Producen mezcales de diversas variedades de maguey, como Cenizo, Verde, Tepemete, entre otros, así como sotol artesanal de la región. Cada uno posee características únicas, gracias a sus métodos tradicionales de producción, que les confieren un perfil de sabor completamente distintivo.
Utilizan el proceso tradicional de producción en Durango, combinándolo con otros métodos que han adoptado a lo largo del tiempo. Concretamente, elaboran mezcal artesanal que fermentan en tinas de madera y destilan con alambiques de cobre, lo que aporta una pureza y suavidad al mezcal. También producen mezcal ancestral, que incorpora ollas de barro y el tradicional alambique (viejo) para destilar algunos lotes, lo que añade complejidad y notas más terrosas al perfil de sabor final. Buscan siempre el equilibrio y balance entre la tradición y la innovación.

Uno de los mayores desafíos en la comercialización ha sido competir con grandes empresas transnacionales que cuentan con recursos muy superiores a los productores independientes para promover y mercadear sus productos.
Sin embargo, la calidad de sus destilados y el compromiso de su equipo han impulsado el crecimiento de sus marcas, tanto a nivel nacional como internacional.

Desde su llegada a Durango, han preservado las tradiciones vinateras en la elaboración de mezcal, combinando métodos tradicionales con prácticas ecológicas como la molienda solar y la construcción de su vinata con adobes de residuos de maguey. También utilizan un biodigestor para tratar las vinazas y reforestan agaves en su hábitat natural, equilibrando tradición e innovación mientras respetan la identidad cultural de Durango.

