La Majadera Mezcal nació de la combinación de dos grandes inspiraciones: la creatividad derivada de la arquitectura y un profundo homenaje a la abuela materna de los fundadores, quien les transmitió el amor por las raíces y la tradición.
La marca ofrece una variedad de mezcales, cada uno elaborado a partir de diferentes tipos de agave, lo que les confiere perfiles de sabor únicos. Entre ellos se encuentran:
- Agave Cenizo: Con un perfil robusto, presenta notas herbales y toques ahumados, creando un mezcal complejo y profundo.
- Agave Verde: Ofrece un sabor más suave, con notas frescas y ligeras, ideal para quienes buscan una experiencia más sutil.
- Agave Tepemete: Caracterizado por sabores intensos y terrosos, con un final seco y prolongado, adecuado para quienes prefieren un mezcal fuerte.
- Agave Castilla: Equilibrado, con toques frutales y un sutil ahumado, proporciona una experiencia elegante en el paladar.
- Agave Masparillo: Destaca por su perfil exótico, con notas minerales y un sabor único, diferenciándose entre los mezcales menos comunes.
Cada tipo de agave refleja la diversidad de los agaves y la riqueza de la tierra.
El proceso de producción es artesanal y comienza con la cuidadosa selección del agave, seguido de su cocción en hornos de piedra, molienda tradicional y fermentación natural. Posteriormente, se destila en alambiques de cobre, lo que permite capturar los sabores más puros. Este método resalta notas ahumadas, terrosas y complejas, manteniendo la autenticidad del mezcal y su conexión con la tierra.
Uno de los mayores desafíos para la marca ha sido equilibrar el respeto por las tradiciones artesanales con la necesidad de innovar para destacarse en un mercado competitivo. Además, la distribución y expansión de la marca presentan barreras logísticas y requieren educar a los consumidores sobre la autenticidad del mezcal en comparación con otros productos.
La tradición y la cultura local son fundamentales en la elaboración del mezcal. Cada botella refleja técnicas ancestrales y conocimientos transmitidos de generación en generación, así como un homenaje a la tierra que proporciona el agave. Cada paso en el proceso está diseñado para respetar y conservar estas prácticas, resaltando la riqueza de la región.
